El período crítico de ataque de broca ocurre 120 días después de la floración, la cual en varias zonas del país coincide con la época de recolección de café, momento en el cual aplicar un insecticida es muy peligroso para la calidad del café, ya que no se alcanza a cumplir el período de carencia, o sea el tiempo que debe pasar entre la última aplicación del plaguicida y la recolección del café, para que no queden trazas o residuos en el grano.
Los insecticidas para el manejo de la broca requieren entre 7 y 30 días de período de carencia. Para el caso del clorpirifos y los organofosforados, el período de carencia es de 30 días, que de no cumplirse, dejan residuos del pesticida en el café, poniendo en riesgo la calidad y el buen nombre del Café de Colombia.
Un insecticida utilizado de manera correcta, respetando el período de carencia, aplicándolo dentro de la estrategia de manejo integrado y teniendo las precauciones de las buenas prácticas agrícolas, puede contribuir a producir café de calidad sin problemas de contaminación. Cenicafé encontró que si se cumple con el período de carencia, no quedan residuos de pesticidas.
Para el caso de Antioquia, la media de infestación de broca en campo a agosto de 2020 fue de 2,5%. En la muestra evaluada, el 67% de los lotes está por debajo de 2%, un 28% entre 2 y 10%, y un 4% con más de 10%.
Cada caficultor debe evaluar su porcentaje de infestación en campo para cada lote de manera periódica, para poder tomar decisiones oportunas. Los niveles de broca están influenciados por muchas variables bióticas, abióticas y de la administración de las fincas en lo relacionado con el manejo integrado de plagas. Por lo tanto, cobra mucha validez que cada caficultor, en cada finca, y en cada lote, sepa cómo están sus niveles de esta plaga, y otras que le son limitantes en su producción, calidad y costo.
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