Como la caficultura está expuesta a la variabilidad climática por los fenómenos como “el niño” y “la niña” se generan cambios en los patrones de temperatura que afectan el comportamiento de la broca en el café.
Según la investigadora de Cenicafé Marisol Giraldo Jaramillo “se debe tener en cuenta que la broca en el café es una condición natural de este. Lo que genera vulnerabilidad en los cafetales son los diferentes fenómenos climáticos que pueden motivar a la plaga a comportarse de una manera determinada; conociendo estos fenómenos climáticos, los caficultores, con ayuda de los extensionistas, pueden generar una ventaja al tener la forma de anticipar las decisiones de manejo en los cafetales ”.
De acuerdo con lo expresado por la investigadora, Cenicafé desarrolló unos mapas en los que se evidencia el comportamiento de la plaga según los fenómenos climáticos.
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